Jeanloup Sieff: Erotismo en blanco y negro

Jeanloup Sieff: Erotismo en blanco y negro

El trabajo de Jeanloup Sieff está indiscutiblemente protagonizado por el uso del blanco y negro y la delicadeza de la que dota ese erotismo minimalista en sus imágenes. Resaltar los contrastes es uno de sus grandes talentos, y aunque aporta ese aroma clásico también se convierte en un referente de lo contemporáneo.

Inicios y trayectoria de Jeanloup Sieff

Este fantástico fotógrafo nace en París en el año 1933, en el seno de una familia de origen polaco. Sus estudios fueron muy fugaces, puesto que dedicó a penas 1 mes en la Escuela Vaugirard de fotografía de Francia y 7 meses en Vevey Suiza. Su gran afición y buen gusto por la fotografía lo empujó a comenzar como amateur, despertado tempranas inquietudes por la fotografía erótica.

En seguida se puso a trabajar en ello, y ya desde el año 1954 colaboraba con Rèalitès y Le Jardin des Modes. En 1959 recibe el premio Niépce gracias a su excelencia fotográfica. En los sesenta ya se dotaba de una gran sensibilidad, dominaba el arte del blanco y negro y la fotografía erótica.

En 1961 Jeanloup Sieff se trasladaba a la mágica ciudad de Nueva York, muy propicia en aquellos años para desarrollar la carrera creativa de un fotógrafo prometedor. Desde el primer momento colaboró con Look, Esquire y especialmente con la revista Harper´s Bazaar.

Mientras prosperaba en la activísima ciudad de Nueva York no perdió la oportunidad de compaginar otros interesantes trabajos y colaboraciones, así que viajó para pasar pequeñas estancias en Europa y trabajar puntualmente con Twen, Vogue y Queen.

No tardó mucho en decidir que Europa todavía era su esencia y su visión en blanco y negro se comprendería mejor que en ningún sitio, por lo que en 1967 se trasladó de nuevo a París para trabajar definitivamente con Vogue, Femme, Nova y otras muchas publicaciones que se interesarían por el talento del carismático artista. Expuso u obra a nivel nacional e internacional a partir de esta etapa, y se pudo descubrir su especial cualidad para abordar el blanco y negro o la fotografía erótica.

En 1971 al artista recibió la importante medalla de oro del museo de arte de Skopie y realizó en este mismo año una donación personal de varias de sus colecciones a la Biblioteca Nacional de París, puesto que en esta época no disponía de demasiados fondos para invertir en la adquisición de obras fotográficas de autores nacidos en Francia.

La importancia de su trabajo y la personalidad de su obra

Las fotografías de Jeanloup Sieff son cruciales para el arte y su legado tiene un gran valor. La fuerte personalidad de su obra se ve en el magistral uso del blanco y negro, el uso de grandes angulares para tomar las fotografías y los dramáticos profundos contrastes de sus imágenes, realizados fundamentalmente en el laboratorio.

El estilo de este carismático fotógrafo muestra la importante influencia de las corrientes con las que evolucionó en su época, como son el surrealismo (importantísimo en los movimientos artísticos franceses de aquellos años) y la nueva objetividad. Sus colecciones han sido muy premiadas a lo largo de toda su carrera y en todo el mundo, algo que lo confirma como la figura relevante de la fotografía erótica que fue.

Hasta sus últimos años fue galardonado, y sumó al Premio Niépce de 1959 también un Gran Premio Nacional de Fotografía en 1992, y fue nombrado Caballero de la Legión de Honor. La influencia de sus personales fotografías en blanco y negro es un referente actual para todos los nuevos artistas y estudiantes, siendo estudiando como icono cultural en las escuelas creativas a día de hoy.

Las piezas que se conservan se pueden disfrutar en diferentes puntos del mundo, ya que su generosidad permitió la expansión de su obra y la conservación de la misma gracias a gestos como la donación a la Biblioteca Nacional de París.

Aunque sus diferentes colecciones son pura modernidad, lo cierto es que el autor fue precursor en una época pasada. Nos dejó a una edad un poco temprana para los tiempos que corren, superado por el cáncer a los 67 años, concretamente el 20 de septiembre del año 2000 en París.