Hace mucho que se comenzó a relacionar el erotismo con la fotografía y otras disciplinas de arte, pero personajes como Horst P. Horst, jugaron un papel muy importante en esta fusión.
Biografía de Horst P. Horst
Nació en 1906 y aunque se le conoce como Horst P. Horst, su nombre real es Albert Bohrmann. Cursó sus estudios en la Escuela de Artes Comerciales en Hamburgo, hasta que en 1930 se mudó a París.
Para esa época, lo único que tenía claro es que se quería dedicar a alguna forma de arte, aunque no lo tenía muy claro aún, y todo parecía decantarse hacia la arquitectura. Quizá esta vocación fuera inspirada por Le Corbusier, un famoso arquitecto suizo-francés al que Horst P. Horst conoció al llegar a París y para el que trabajó de manera desinteresada durante algún tiempo.
No obstante, su amigo George Hoyningen, le hizo ver el don innato que tenía para la fotografía y lo introdujo en ese mundo. No pasó mucho tiempo hasta que una periodista de la famosa revista New Yorker descubrió sus obras en una pequeña librería de la capital francesa.
Se quedó maravillada y no pudo menos que hablar con sus colegas del descubrimiento que había hecho. Este fue el primer paso a la fama de Horst P. Horst, ya que consiguió su primer trabajo en el que estuvo toda su vida, como fotógrafo de moda en la revista Vogue. La perfección de sus imágenes no dejaban lugar a dudas de que no era un fotógrafo normal.
Comienza su carrera más sensual
Tras encontrar su vocación, Horst P. Horst, comienza con sus estudios de poses clásicas, los cuales estaban basados en la escultura griega y la pintura tradicional. Su enfoque e interés se fueron yendo hacia la fotografía erótica.
Por supuesto, el erotismo no tenía el mismo sentido amplio que hoy día, donde parece imposible marcar una línea entre él y la pornografía. La fotografía erótica de Horst P. Horst era sutil, elegante y muy sexy.
Quizá esta fuera la definición que él mismo daría a la que fue su nueva jefa: Coco Chanel, para la que trabajó como fotógrafo oficial de la firma durante más de treinta años.
Tan solo dos años después, se mudó a Estados Unidos, donde creía que su carrera de fotógrafo sería más productiva. Siguió trabajando para Vogue y Coco Chanel, mientras trabajaba en el ejército, donde también siguió con su profesión.
Su nivel de vida, su fama y su profesionalidad, lo llevaron a fotografiar los momentos más íntimos y sensuales de las damas de alta sociedad de los 60.
Otros datos de Horst P. Horst
Una trayectoria como la suya, merece un recorrido para conocer más a fondo a este maestro de la fotografía erótica, aunque se le conociera como fotógrafo de moda.Conoció a Coco Chanel en Nueva York y desde el primer momento, ambos se enamoraron, profesionalmente hablando. Fotografió a personalidades como Elsa Schiaparelli, Bette Davis o Noël Coward. Su inclusión en la alta sociedad le impulsó y facilitó hacer desnudos y fotografía erótica. Su predominancia en su fotografía fue: en los desnudos, las curvas femeninas, y en todo su trabajo, las manos, pues no tardó en darse cuenta de que nadie sabe qué hacer con ellas durante una sesión de fotos. Le encantaba la fotografía en blanco y negro. Tenía un estilo surrealista propio e inconfundible. Le gustaba situar a sus modelos sobre fondo. geométricos o lisos con luces artificiales. Siempre se encargaba personalmente de supervisar la puesta en escena de mobiliario, telas e iluminación para crear lugares mágico y enigmáticos. A veces esperaba días antes de comenzar una sesión para recrear el ambiente de luces y sombras que él consideraba perfecto.
Estas curiosidades de Horst P. Horst dejan claro que como cualquier otro artista, tenía sus excentricidades, y estas, quizá fueron las culpables de que hasta el día de hoy se le considere uno de los mejores fotógrafos de fotografía erótica de la historia.
La fusión del Art decó, presente en las casa de la alta sociedad de su tiempo junto con su fotografía erótica, ha sido una de las obras de arte fotográfico más valorada de la historia.